MITOS Y LEYENDAS

Shambala o Shangri-La
Shangri-La

en la divulgadora novela de James Hilton “Horizontes perdidos”, donde lo presenta como remoto un lugar fuente de juventud, con vidas alargadas cientos de años.
En general existen dos versiones principales según las cuales podría ser un lugar físico, o bien corresponder a un lugar-dimensión espiritual. Un lugar que está y no está, pues sólo los que tienen el corazón puro podrían acceder a él.

Sería un lugar fuente de sabiduría y juventud, con un microclima cálido y fértil rodeado de montañas nevadas. Perfecta paz y armonía con la naturaleza. Según las versiones que lo consideran un lugar físico, más o menos inaccesible, poseería también una avanzada tecnología.
En la India se considera un lugar perdido en el Himalaya. Entre los chinos se sitúa en algún punto de los montes Kun Lun.

Madame Blavatsky, la fundadora de la sociedad teosófica, escribió sobre el lugar contando que era la residencia de la Gran Fraternidad de Maestros Espirituales, quienes guiarían y protegerían a la humanidad de manera más o menos clandestina e indirecta.

Relacionado también con el reino de Agarta, lugar subterráneo sede del “Rey del Mundo”, que estaría en comunicación con Shambala por túneles subterráneos con salida en todos los continentes. Entre ellas las principales estarían en los polos norte y sur, la gran pirámide de Egipto, Mongolia, cataratas de Iguazú (Brasil-Argentina), en la región del Mato Grosso en Brasil y en el Himalaya (Tibet).

En el Tibet su leyenda tendría matices espirituales relacionados con el budismo. Un lugar fuente de sabiduría, paz y prosperidad con gobernantes justos y bondadosos y unos ciudadanos igualmente evolucionados espiritualmente. Se cuenta que el Buda Shakyamuni transmitió sus enseñanzas (recogidas en el Kalachakra Tantra) al primer rey de Shambala. Tras el rey todos sus ciudadanos empezaron a practicar la meditación y a seguir el camino budista y así llegó a ser un lugar poblado por seres muy evolucionados.

En esta tradición se habla de indicaciones, más o menos oscuras, para llegar a Shambala, pero queda ambiguo y difuso si se trata de un lugar físico, o se trataría sólo de indicaciones simbólicas.
Según el maestro del siglo XIX Mipham en su “Gran comentario sobre el Kalachakra”, Shambala se encontraría al norte del río Sita y el reino estaría dividido por 8 cadenas de montañas. El palacio Kalapa de sus gobernantes estaría edificado en la cumbre de una montaña circular llamada Kailasa, en el centro del país.

Otras versiones cuentan que todos sus habitantes alcanzaron la iluminación y en ese momento todo el reino desapareció del plano físico para pasar a existir en una dimensión espiritual. Sus gobernantes también velarían por los asuntos de la tierra y algún día regresarían para salvar a la humanidad de su posible destrucción.

En Occidente se piensa que es un lugar mítico, como el deseo último de una

sociedad justa y feliz, aunque también se cree que puede venir su leyenda de la existencia real como uno de los reinos históricos orientales de épocas muy remotas.

Para el budismo tibetano actual Shambala sería sinónimo del camino del guerrero, entendiendo por guerrero alguien valiente y entendiendo por valiente alguien que se conoce a sí mismo y trata de expresar armónicamente su cuerpo y su mente. Estaría relacionada con la tradición del samurai japonés, de los indios norteamericanos, con el camino con corazón y el hombre de conocimiento de Castaneda y también con el grial y el Rey Arturo, ésta última tradición europea coincidiendo incluso en el posible regreso de un rey justo y sabio.