Monday, April 27, 2009

GAITANA LA INDIGENA DEL SUR DE COLOMBIA, QUE LUCHO POR LOS SUYOS

Muchas historias se tejen al rededor de esta heroina del sur de colombia, llamada GAITANA por haber hecho frente al malvado ejercito de españa y por haber unificado y llevado a la guerra a miles de indigenas que tenian en sus corazones el anhelo de libertad, y el deseo de abolir de esta region la esclavitud y el dominio, de los conquistadores.

Un simbolo mas del valor y el heroismo de nuestras culturas indigenas que al igual que otras decidieron defender su raza y su amada tierra.

LA VENGANZA DE LA GAITANA

Difícil, por la valentía que manifestaron, fue el sometimiento de los nativos de la región de Timaná, a quienes los españoles llamaron yalcones. Pedro de Añasco, lugarteniente de Benalcázar y fundador de Timaná (1538 ?), en el sur del huila, dio muestras de inquietud para con los indígenas y cuando un joven, que dirigía con su madre una tribu vecina, se negó a obedecerle lo sometió a torturas que pusieron fin a su vida. Para vengar la muerte de su hijo, la Gaitana excitó a los yalcones a una sublevación contra los invasores y acudió al cacique Pivanza, quien la acompañó en su reveldía.
Añasco se defendió pero al final cayó prisionero. La venganza de la gaitana fue cruel pues lo sometió a duros tormentos. La sublevación de los yalcones continuo y, a pesar de que fueron derrotados luego por Juan del Río, el recuerdo de esta sublevación indígena se conservó por largo tiempo, así como el odio de los nativos hacia los españoles.

[...].No basto apagar el fuego de la ira de la venganza en la vieja Gaitana en su carne y su sangre, y así dando trazas en ejecutar mayores muertes de los nuestros que hasta allí, Habían llegado en su deseo de liberación del sometimiento español.

después de haber hablado y traído a su voluntad por sus muestras de honor y valentía a los demás caciques.nuestra heroína gaitana habló con el mismo lenguaje y modo que la primera vez a Pivanza, que aunque al principio le halló tibio en su propósito, teniendo tan fresca y a los ojos la muerte de su tio el cacique Meco, con todo eso supo decirle tales razones y lisonjas la vieja encantadora, que parece lo trastornó y como encantado lo redujo a su parecer que era se alborotase la tierra y viniese sobre el pueblo de Timaná.
Hizo poner esto en efecto el Pivanza, mandando hacer gran número de armas que eran lanzas, dardos, macanas y hondas, porque hablando por lo general estas son las comunes que tienen todas las naciones de indios que habitan esta gran isla que ciñen estos dos grandes ríos de Cauca y la Magdalena que corre, como hemos dicho, casi trescientas leguas, con innumerables naciones y provincias, en las cuales han hallado que usaban yerbas sagradas que los conectaban con los espiritus guerreros de sus ancestros y que les daban valor e inteligencia en su lucha contra el invasor enemigo.

Estas son tierras de clima medio con grandes y largas cordilleras de envegecida nieve que en toda la vida se deshace, con tantas montañas que les administran tan abundosamente muchos y diversos árboles de que hacen macanas, dardos y lanzas, que son en la guerra más nobles armas que las de los conquistadores europeos..Hizo dar aviso Pivanza a toda la tierra que ya irritada por la Gaitana, se juntaron con brevedad hasta doce mil guerreros y con confianza de la victoria más de otras doce mil mujeres.

Hízose nombramiento de capitanes y de los demás oficiales de guerra y que entre Pivanza y Aniolongo, otro principal cacique, se repartiese el cuidado general de toda la gente, en dos iguales partes, pues por otras dos trazaban dar sobre el pueblo. Hízoles el Pivanza una gran arenga a todos juntos en que les representaba la gran importancia de aquella facción pues della había de resultar la quietud de aquellas provincias, echando del todo a los españoles o consumiendolos, en el combate.

Decian los caciques que debían tomar este camino para no estar inquietos a todas horas ni inseguros en sus casas con sus haciendas, mujeres e hijos.

Cuenta el cronista Juan de Castellanos que desde su sede en Timaná, pocas leguas al norte del valle de Laboyos, Añasco se tomó demasiado en serio su papel de gobernante. Obligaba, por ejemplo, a todos sus caciques a rendirle tributo, hasta el día en que uno de ellos se negó a aceptar ese vasallaje. Por orden de Añasco los soldados españoles capturaron al cacique remiso, lo arrastraron y luego lo quemaron vivo en la hoguera, ante los ojos de una madre que imploraba perdón. ada tierra....

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