Entrevista con Jango Edwards, uno de los mejores payasos del mundo

CULTURA Jueves, 13 de noviembre de 1997



«Hacer reír es mi auténtica religión»


Jango, uno de los mejores payasos del mundo, actúa en Madrid
LIZ PERALES


ESPECIAL PARA EL MUNDO ( periodico español).



MADRID.- «Si en mi espectáculo la gente no se
ríe, es que entonces no es bueno. Hacer reír es mi auténtica religión», afirma desafiante Jango Edwards, uno de los mejores payasos del mundo que presenta en Madrid hasta el próximo domingo The Bust of Jango. Una ocasión única para ver a uno de los artistas más provocadores del momento, de dudosa reputación y de los más exigentes en su oficio.
El payaso estrenó la función hace cuatro años en París, pero advierte que nunca ha hecho dos espectáculos iguales porque sus actuaciones dependen de la comunicación que establezca con el público. Y lo explica con la siguiente metáfora: «Las dos cosas que más me gustan en la vida son hacer el amor y actuar; y actuar para mí es hacer el amor. En cada función hago el amor con las 600 personas del público: yo estoy en un lado de la cama y el público en el otro. Al final se llega al clímax y tener un orgasmo con 600 personas es lo mejor que te puede pasar».



La biografía de Jango es la de un inconformista. Nacido en Michigan (Estados Unidos) hace 47 años, se hizo millonario a base de vender terrenos y construir campos de golf, pero no era feliz. Una visita por Europa y un manual de autoayuda, The Fourth Way, cambiaron su destino. Se fue a Londres y se hizo artista ambulante, fundó varios grupos independientes y poco después se trasladó a Amsterdam, donde creó el Festival de los Locos, cita obligada de payasos de todos el mundo. Tras 27 años de oficio, dice que sólo se ha considerado payaso en los últimos 11. Modesta declaración para un artista que tiene entre sus admiradores a los Stones, Catherine Deneuve o Coppola.



RUTINA LABORAL.- Ocasionalmente Jango se reencuentra con la rutina de su antiguo trabajo: «Normalmente, la gente trabaja once meses al año en un oficio que no le interesa para hacer lo que desea durante un mes. Yo hago al revés, durante 11 meses me dedico a algo que me encanta y un mes al año trabajo como mecánico de coches, vendedor o lo que encuentre para comprender mejor a la gente».



La función que presenta en Madrid consta de dos partes. En la primera, Jango propone al público una visita informal a la intimidad de su domicilio, habitado por una familia de personajes a cuál más chalado. La segunda es un regalo para sus admiradores, ya que brinda al público la posibilidad de escoger entre una decena de sus números más clásicos.